domingo, 24 de junio de 2012

ENTREVISTA DIARIO LA SEGUNDA - 21/06/2012


El paradigma en salud está cambiando y se busca tratar al ser humano como un ser integral
 “La medicina en occidente se ha dejado llevar por el intelecto”
-Doctor y académico de la U. Mayor describe las conductas cotidianas que debieran incorporar los médicos para alcanzar una práctica integral.


Hace 10 años el Dr. Manuel Ramírez, cirujano Máxilofacial y académico de la Universidad Mayor, recibió a una paciente en su consulta la que
-sin quererlo- transformó su vida y la forma en que hoy practica la medicina. Este hombre de ciencias no se siente cercano a ninguna religión, pero lo que le dijo esa paciente, maestra de Karma Yoga, le hizo sentido y decidió seguirla: “Ella captó los conflictos internos que tenía en ese momento, me leyó y me enseñó el camino para liberarme de ellos”.

Por ello, comenta, “empecé a estudiar con la maestra y estuve nueve años en su escuela. Allí aprendí a ser valiente, a darme cuenta que arrastraba mochilas muy pesadas y que todo lo que yo creía ser, no lo era. Aprendí a ser feliz y a disfrutar la vida desde otra perspectiva”.

Lo primero que notó este médico en su proceso de conocimiento interior, es que la medicina ha disociado el cuerpo del alma, por lo tanto, el aprendizaje que estaba realizando, lo hizo conectarse inmediatamente de una forma distinta con los pacientes que acudían a su consulta. “Los médicos en occidente nos hemos dejado llevar por el intelecto. Racionalizamos todo. Eso nos ha hecho ver a nuestros pacientes sólo desde la dolencia que presentan, sin entender ni reparar en qué les está provocando ese dolor”.

En ese momento, comenzó a complementar su práctica como cirujano maxilofacial con la medicina que denomina “del alma” y, describe, “yo ya no corro, como la mayoría de los chilenos. Me doy el tiempo de conversar con las personas y en mi consulta eso es lo habitual. Estoy con mis pacientes, converso con ellos, los acompaño durante su proceso de sanación y ellos pueden contactarse conmigo las veces que lo necesiten. Me pongo a su disposición con todo el amor del mundo”, señala.

Basado en su experiencia, explica que –al contrario de lo que muchos especialistas aprenden- en la consulta y frente a un paciente el médico, además de los conocimientos científicos intrínsecos a la profesión debe utilizar la intuición y la percepción. Agrega que todo doctor debe tratar a su paciente como un maestro, siendo humilde y aprendiendo de él y su dolencia. El tratamiento de la medicina del alma es de shock, ya que implica que el paciente debe descubrir qué le está produciendo dolor físico o una enfermedad: “Generalmente es un episodio en su vida que está bloqueado debido al dolor que le produce. La sanación parte desde la valentía. El paciente debe ser capaz de enfrentarlo para después cerrar el ciclo a través del perdón. Una vez que el paciente logra perdonarse, debe buscar un motivo de vida y ponerse al servicio de los demás. Debe entregar amor, porque solo entregándolo se recibe de vuelta. Y el amor tiene propiedades curativas”, puntualiza.

Ramírez dice que es fácil hacer que un paciente se sienta protegido, contenido y escuchado, sólo hay que dedicarles tiempo de calidad y concentrarse en él, “se debe humanizar la medicina. ¿Cuántas veces has entrado a una consulta y el médico ni te mira, te pregunta mientras anota en el computador?, ¡eso no puede pasar! El ser humano debe ser comprendido como un todo, como un ser infinito y así debe ser tratado”, puntualiza. 

El Dr. Ramírez dice que no es el único que aplica la Medicina del Alma “cada vez más clínicas de nuestro país están abriendo áreas dedicadas a la medicina complementaria. Esto demuestra que el paradigma está cambiando y estamos apuntando a tratar al ser humano como un ser holístico e infinito”, explica.

Por esta razón, su aspiración es sembrar esta inquietud entre los estudiantes de la Escuela de Odontología de la Universidad Mayor, a quienes imparte la asignatura de Cirugía Oral “En cada clase que les hago, les doy claves sobre la Medicina del Alma y cómo aplicarla. La mayoría de ellos se encantan, me hacen preguntas y quieren seguir este camino. A mí me llena de esperanza saber que estas nuevas generaciones se identifican con sus pacientes y tienen una sensibilidad distinta”.


Anita Sanhueza Emperiale
Periodista Comunicación Externa.
Universidad Mayor.
Telef. Directo (56 2) 328 1136
anita.sanhueza@umayor.cl
 Campus Vespucio