¿POR QUÉ NOS
ENFERMAMOS si no comprendemos el sentido de la vida? Y ¿Cómo lo relacionamos con la felicidad?
La vida es un camino (tao) que hay que recorrer, es
la herramienta que nos permite… (tomar conciencia)…, en la medida que
aprendemos… y la única manera de hacerlo es…caminándola, recorriéndola y hoyándola
en toda su extensión, con todos sus
altos y sus bajos, con todos sus curvas y desvíos, con sus detenciones y enlentecimientos,
con sus aceleraciones, es decir,
tendremos que adquirir con ella las respuestas fundamentales que nos entrega, esencialmente
en nuestros corazones y no en nuestra mente, pero siempre tendremos que tener
preparadas o desarrolladas las
herramientas básicas adquiridas para lograrlo, ¿y cuales son ellas? HUMILDAD, SIMPLEZA, VALENTÍA,
PERSEVERANCIA, CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN.
La vida es “un puente” de unión entre el cuerpo y el
alma, que nos presenta permanentemente un desafío, un desafío en descubrir que
al atravesar diferentes portales se nos ofrecen múltiples oportunidades, las
infinitas posibilidades de creación de universos a nuestra medida, de acuerdo a
la capacidad de conciencia que hayamos logrado.
Por lo tanto estas posibilidades infinitas condicionaran la existencia de la felicidad o de la infelicidad, lo que hace que “el hombre sea dueño y arquitecto de su destino”, “el” desarrolla sus propias acciones que le permitirán lograr la cosecha de felicidad o en su contraparte la cosecha de la infelicidad, que harán de su vida el camino acertado o equivoco, que lo hará vivir en lo positivo o en lo negativo esta “gran oportunidad”, este gran regalo que se nos ha otorgado y que muchas veces lo damos por sentado y como derecho propio y su verdadera dimensión es lo que se denomina “VIVIR”.
Humildad para vivir, creo que es una de las herramientas más
importantes que podremos adquirir y se relaciona directamente con la felicidad,
pues al igual que “el ratoncito que vive debajo de la mesa” tal como lo expresamos
en una ocasión anterior “en cualquier
circunstancia se debe estar feliz”, con esa sensación de que la vida es lo que
es en ese momento y… eso es, teniendo
siempre presente que podremos transformar cualquier situación (manejo de la ley
de polaridad “El kybalión”) de acuerdo a esa gran herramienta que se nos
entregó cuando vinimos a este mundo, y que se llama pensar, este o ese
pensamiento jamás debe manejarse independiente del corazón (intuición), para
que tarde o temprano logremos lo que deseamos, siempre y cuando ese deseo cause
armonía y equilibrio en el universo de existencia y de existencias, el
resultado obtenido será lograr la paz y armonía en nuestra vida.
Todo es transformable en nuestra en nuestra vida,
incluso la muerte, situación que parece
tan definitiva, esta misma se diluye cuando comprendemos que esto solo es un
cambio de plano a otra dimensión a través del “gran paso”, y comprendemos que
no hay pérdida ni existe el desapego con ningún ser querido “supuestamente
perdido”, aunque no lo veamos “ellos están mucho mas cerca de lo que creemos,
tan solo a una distancia de un electrón, se mantiene siempre el vinculo con
nosotros a través de la vibración de energía más sublime del universo la cual
es el “ amor”. Todos los nexo que fueron desarrollados a través del amor con
los seres que rodearon nuestra vida y a través de ellos los vínculos del amor jamás
desaparecerán y se perpetuarán hacia lo eterno.
Esta forma de humildad, como herramienta fundamental no deberá estar nunca ajena a una palabra y por lo tanto a un concepto fundamental, el cual lo denominamos “aceptación” esta palabra ejerce la magia de la liberación ( del dolor),y se traduce por lo tanto en un estado de placidez y armonía llamada felicidad. Estando felices jamás enfermaremos, al estar felices el equilibrio interno (homeostasis) de todas nuestras funciones del organismo no se perderá por lo tanto nuestra salud estará en el día a día de nuestra vida y con la gran certeza de que cada día en nuestra vida el sol sale por el este y se pone por el oeste.
Esta forma de humildad, como herramienta fundamental no deberá estar nunca ajena a una palabra y por lo tanto a un concepto fundamental, el cual lo denominamos “aceptación” esta palabra ejerce la magia de la liberación ( del dolor),y se traduce por lo tanto en un estado de placidez y armonía llamada felicidad. Estando felices jamás enfermaremos, al estar felices el equilibrio interno (homeostasis) de todas nuestras funciones del organismo no se perderá por lo tanto nuestra salud estará en el día a día de nuestra vida y con la gran certeza de que cada día en nuestra vida el sol sale por el este y se pone por el oeste.
Simpleza o Sencillez vivir simple
con sencillez, con aceptación, sin ostentación de ninguna especie dejando fluir
desde nuestro corazón nuestra esencia, que invada nuestra vida, que haga de
ella un camino libre de tanto adorno inútil que le colocamos, con o sin intención (que a través de la
conciencia tendremos que descubrir),lo que nos permitirá, ser libres y no
prisioneros de esa jaula que el ser humano construye día a día y cuyo resultado
es perder la libertad de esa alma que lo
único que requiere es mantenerla para así entrar en contacto con nuestro cuerpo y como así también con nuestro intelecto
logrando así una vez más encontrar la paz y la armonía. No tendremos esa carga que voluntariamente
hemos agregado a nuestras vidas, y que nos “obliga a caminar lentamente” y
fuera de sincronía con el “ritmo habitual de la vida y el Universo” en que todo es ritmo y sencillez.
Tanto es así que cuando llegue la hora en que nuestro sol se acerque al horizonte y empiecen a aparecer las estrellas del universo en nuestra conciencia y que la partida de este mundo sea en sencillez y sin ostentación de acuerdo ha como hemos vivido, de lo contrario nuestra partida será lejana a estos conceptos y formas de vivir, llena de congoja y envuelta en la ENFERMEDAD causada por nosotros mismos.