domingo, 30 de septiembre de 2012

EL SENTIDO DE LA VIDA… LA FELICIDAD Y LA ENFERMEDAD I



¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS si no comprendemos el sentido de la vida?  Y ¿Cómo lo relacionamos con la felicidad?


La vida es un camino (tao) que hay que recorrer, es la herramienta que nos permite… (tomar conciencia)…, en la medida que aprendemos… y la única manera de hacerlo es…caminándola,  recorriéndola y hoyándola  en toda su extensión, con todos sus altos y sus bajos, con todos sus curvas y desvíos, con sus detenciones y enlentecimientos, con  sus aceleraciones, es decir, tendremos que adquirir con ella las respuestas fundamentales que nos entrega, esencialmente en nuestros corazones y no en nuestra mente, pero siempre tendremos que tener preparadas o desarrolladas  las herramientas básicas adquiridas para lograrlo, ¿y cuales son ellas? HUMILDAD, SIMPLEZA, VALENTÍA, PERSEVERANCIA, CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN.

La vida es “un puente” de unión entre el cuerpo y el alma, que nos presenta permanentemente un desafío, un desafío en descubrir que al atravesar diferentes portales se nos ofrecen múltiples oportunidades, las infinitas posibilidades de creación de universos a nuestra medida, de acuerdo a la capacidad de conciencia que hayamos logrado.















Por lo tanto estas posibilidades infinitas condicionaran la existencia de la felicidad o de la infelicidad, lo que hace que “el hombre sea dueño y arquitecto de su destino”,  “el” desarrolla sus propias acciones que le permitirán lograr la cosecha de felicidad o en su contraparte la cosecha de la  infelicidad, que harán de su vida el camino acertado o equivoco, que lo hará vivir  en lo positivo o en lo negativo  esta “gran oportunidad”, este gran regalo que se nos ha otorgado y que muchas veces lo damos por sentado y como derecho propio y su verdadera dimensión es lo que se denomina “VIVIR”.

Humildad para vivir, creo que es una de las herramientas más importantes que podremos adquirir y se relaciona directamente con la felicidad, pues al igual que “el ratoncito que vive debajo de la mesa” tal como lo expresamos en  una ocasión anterior “en cualquier circunstancia se debe estar feliz”, con esa sensación de que la vida es lo que es  en ese momento y… eso es, teniendo siempre presente que podremos transformar cualquier situación (manejo de la ley de polaridad “El kybalión”) de acuerdo a esa gran herramienta que se nos entregó cuando vinimos a este mundo, y que se llama pensar, este o ese pensamiento jamás debe manejarse independiente del corazón (intuición), para que tarde o temprano logremos lo que deseamos, siempre y cuando ese deseo cause armonía y equilibrio en el universo de existencia y de existencias, el resultado obtenido será lograr la paz y armonía en nuestra vida.

Todo es transformable en nuestra en nuestra vida, incluso  la muerte, situación que parece tan definitiva, esta misma se diluye cuando comprendemos que esto solo es un cambio de plano a otra dimensión a través del “gran paso”, y comprendemos que no hay pérdida ni existe el desapego con ningún ser querido “supuestamente perdido”, aunque no lo veamos “ellos están mucho mas cerca de lo que creemos, tan solo a una distancia de un electrón, se mantiene siempre el vinculo con nosotros a través de la vibración de energía más sublime del universo la cual es el “ amor”. Todos los nexo que fueron desarrollados a través del amor con los seres que rodearon nuestra vida y a través de ellos los vínculos del amor jamás desaparecerán y se perpetuarán hacia lo eterno.

Esta forma de  humildad, como herramienta fundamental no deberá estar nunca ajena a una palabra y por lo tanto a un concepto fundamental, el cual lo denominamos “aceptación”  esta palabra ejerce la magia de la liberación ( del dolor),y se traduce por lo tanto en un estado de placidez y armonía llamada felicidad.   Estando felices jamás enfermaremos, al estar felices el equilibrio interno (homeostasis) de todas nuestras funciones del organismo no se perderá por lo tanto nuestra salud estará en el día a día de nuestra vida y con la gran certeza de  que cada día en nuestra vida  el sol sale por el este y se pone por el oeste. 

Simpleza  o Sencillez   vivir simple con sencillez, con aceptación, sin ostentación de ninguna especie dejando fluir desde nuestro corazón nuestra esencia, que invada nuestra vida, que haga de ella un camino libre de tanto adorno inútil que le colocamos,  con o sin intención (que a través de la conciencia tendremos que descubrir),lo que nos permitirá, ser libres y no prisioneros de esa jaula que el ser humano construye día a día y cuyo resultado es  perder la libertad de esa alma que lo único que requiere es mantenerla para así  entrar en contacto con nuestro cuerpo y  como así también con nuestro intelecto logrando así una vez más encontrar la paz y la armonía.  No tendremos esa carga que voluntariamente hemos agregado a nuestras vidas, y que nos “obliga a caminar lentamente” y fuera de sincronía con el “ritmo habitual de la vida y el Universo”  en que todo es ritmo y sencillez.















Tanto es así que cuando llegue la hora en que nuestro sol se acerque al horizonte y empiecen a aparecer las estrellas del universo en nuestra conciencia y que la partida de este mundo sea en sencillez y sin ostentación de acuerdo ha como hemos vivido, de lo contrario nuestra partida será lejana a estos conceptos y formas de vivir, llena de congoja y envuelta en la ENFERMEDAD causada por nosotros mismos.     







viernes, 21 de septiembre de 2012

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO EN LA ENFERMEDAD


En esta oportunidad realizaremos una aproximación a los conceptos generales que se relacionan con  la aparición de la enfermedad como resultado del sufrimiento extremo, agudo y también a aquel dolor crónico y sostenido a lo largo de  la vida de las personas.

¿Pero cuál es el comienzo de todo: según mi entendimiento (algo limitado), la enfermedad causa ese dolor extremo del alma, y por lo tanto nos conlleva a ese sufrimiento y a ese dolor imparable, ¿o es a la inversa? ese sufrimiento agudo o intempestivo o aquel dolor profundo y crónico o arrastrado (dolor del alma) en el tiempo conlleva a la enfermedad finalmente expresada en todos sus grados desde la más simple hasta la más extrema que en muchas oportunidades desemboca en la muerte?.
La Disociación de Alma y Cuerpo, crea a menudo la enfermedad, y¿ por qué? porque en ese permanente caminar en la vida perdemos conexión con nuestra alma (MAESTRO INTERNO,YO SUPERIOR), la olvidamos, la ignoramos, no la escuchamos, nos resistimos a esa voz interior y siempre,  siempre terminamos soterrándola en medio de nuestros pensamientos inferiores (regidos por nuestro intelecto).    En medio de esa lucha permanente en el “querer hacer” y lo que realmente se debe “hacer” que es lo que conlleva al equilibrio y  a su vez equilibra o balancea nuestras acciones o nuestros sentires de nuestra vida”, pero no escuchamos esa maravillosa voz interior que nos comunica permanentemente el sendero claro y meridiano que nos da el resultado exacto  e inequívoco de lo que hay que hacer, de lo que es correcto, del recto sentir, del recto pensar y del recto actuar.  Al persistir en  esa disociación de alma y cuerpo en el tiempo, se traducirá tarde o temprano en Enfermedad.
¿Pero como es esto… ? Pues la respuesta es sencilla, al desconocer, al estar desconectados de nuestra alma aparece el sufrimiento porque desconocemos el camino que nos llevará al Equilibrio y Balance, que se traduce en enfermedad y por lo tanto perdemos nuestra  salud. No debemos olvidar que la ignorancia es la Raíz del Sufrimiento y este sufrimiento en la vida transforma a ésta en infelicidad y por el contrario “vinimos a ser Felices en este período y este plano de existencia”.
La ignorancia de no saber vivir, donde el resultado de nuestras vidas es el resultado de acciones, que no causan equilibrio y por el contrario sólo nos endeudamos con el universo, debiendo reequilibrar todo lo que hemos desequilibrado, el karma (Ley de causa y efecto, de interacción con el universo)  que realizamos a cada momento, no sólo cuando accionamos sino que basta solamente con el pensar o el sentir (la mayoría de las veces con nuestro yo inferior) para que ese resultado de nuestras acciones nos traiga desequilibrio y disociación de nuestra alma y cuerpo.
Las pérdidas  de nuestros seres queridos son los dolores más intensos, que a veces son abruptas y otras con el correr del tiempo;  lo menciono como un ejemplo extremo de dolor y sufrimiento agudo, que nos empuja a ese abismo de agonía de  gran intensidad en el tiempo, donde algunos seres humanos sucumben a ese dolor y terminan mucha veces dejando esta vida por ese gran dolor que se los lleva (“por un cáncer de pulmón , aun cuando nunca hubieran fumado”), la prueba es para el que sufre la pérdida, y creo que el único remedio que surge frente a esto, es utilizar la herramienta más sublime  que nos otorga nuestra alma (cuando la escuchamos) que todo lo sana y que todo lo libera, nuestra  “CAPACIDAD DE ACEPTACIÓN”,  instrumento maravilloso que nos permitirá tarde o temprano superar nuestras pruebas  y así liberarnos del sufrimiento extremo y por ende de la enfermedad.
 Ninguna pérdida de nuestros seres queridos es definitiva y absoluta, solo es la perdida de percepción en estas dimensiones de existencia, esta pérdida no existirá en ningún momento  en el plano de la conciencia, del amor que es sempiterno, aquella vibración que nos mantiene conectados con todos los seres que  nos han rodeado en nuestras vidas y que permanecerán hasta la eternidad conectados a través del amor vivido, madurado, compartido, sentido y conectado, ESO JAMÁS SE “MUERE”.
Por otro lado la no aceptación comandada por el ego inferior, EGOISTA, que no acepta la pérdida como ya lo mencionamos (y que creemos que podemos controlar la muerte como un hecho cercano a nuestros dominios personales, pero que escapa a cualquier intento de manipulación  y que llama a la puerta cuando por la armonía del infinito corresponda que partamos) anteriormente nos conllevará solo a arrastrar ese peso infinito que se llama DOLOR HUMANO, situación que cambia nuestra química interior, que modifica nuestros equilibrios internos y que finalmente nos conduce a esa DISOCIACIÓN DE ALMA Y CUERPO y por ende a la enfermedad causada por el dolor.
Tantas son las pasiones humanas que no se tiene fin en poder mencionarlas, pero que al final de nuestras vidas encontraremos en el tamiz de nuestra conciencia, lo fútil de ellas, que sólo nos han conducido por un camino de ceguera tal, que nos hicieron perder lo maravilloso que es vivir en lo simple y lo esencial DE SER FELICES CON LO QUE SE NOS HA REGALADO (el ratón que vive debajo de la mesa) (nuestra existencia y la oportunidad que se nos entrega a nuestra libre disposición)  y que por el contrario nos mostraron (las pasiones humanas) ese espejismo tan brutal,  esa ilusión tan extrema que hemos   construido con nuestra manera de pensar y que al fin y al cabo, nos hizo llegar al final del camino (a cualquier edad) enfermos y arrastrando el peso de nuestras acciones que se  traducen como dolor humano y por ende en enfermedad; Se llega a la ecuación final que “hemos perdido nuestro tiempo”, “hemos perdido nuestra opción de tratar de ser mejores, en  dar amor, más que en recibir y tratar de dejar a nuestra partida un “mundo mejor”, como conclusión final de nuestra pasada por este plano de existencia”. 
¿Y... cómo relacionamos la enfermedad  con el dolor y el sufrimiento crónico  en el tiempo?, Los seres humanos piensan como un hecho irrefutable que la vida y los hechos que le acontecen vienen a su encuentro, que los aconteceres son la causa de su mala o buena suerte, ¡que miopia tan grande!...frente a  los aconteceres y hechos de vida nosotros vamos a su encuentro, nosotros redireccionamos nuestras vidas y siempre será el resultado obtenido de nuestro existir el hecho de nosotros haber ido a ese encuentro y no de la otra manera en que los hechos han venido a nuestro encuentro. Se deduce inmediatamente con la comprensión de esa direccionalidad que la vida y la existencia son el fruto de nuestras acciones, hechos causados por nosotros mismos, situaciones que son el resultado de un pensamiento y un accionar de acuerdo a nuestro nivel de conciencia, por lo tanto el dolor que acontezca o el sufrimiento cosechado será por nuestra causa, por nuestra manera de pensar "NUESTRO NIVEL DE SER, ES NUESTRO NIVEL DE VIDA" o bien "SOMOS LO QUE PENSAMOS"; paralelo a esto se agrava con el espejismo “UNA COSA ES CREER SER Y LA OTRA ES SER”.  Frente a esto, todo ese dolor sufrido como causa de  nuestros pensamientos, esa amargura sentida con el pasar del tiempo cambiará " la química,  del laboratorio de nuestra alma"*Stela Maris Maruso
www.fundacionsalud.org.arToda esa forma de vivir con amargura, esa forma agria de vivir los hechos, ese dolor permanente "por lo que nos han hecho", la envidia, la sed de venganza, el no olvidar o dejar atrás el daño que supuestamente nos han causado, la maldad encerrada en nuestras acciones, el daño causado con nuestras palabras, cuanto nos deben las personas, cuantas deudas impagas tienen con nosotros, en los planos emocionales por supuesto, serán estos los gatillos desencadenantes y agravantes de todas esas substancias neuroquímicas (neurotransmisores y/o neurohormonas) que con el correr del tiempo y en forma sostenida causarán la somatización de ese dolor (expresión en nuestro cuerpo) , y que por lo tanto  se traducen en enfermedad.
Al revés de los niños que permanecen en ese cielo regalado, a esa conexión sublime con sus almas, los adultos caminamos como ese "hijo pródigo que se ha ido de la casa de su padre" en busca de los espejismos y falacias causadas por la lejanía de nuestra alma, que la hemos desconectado a partir del soterramiento de nuestra personalidad en desmedro de nuestra esencia. "Hemos perdido ese cielo al cual deberemos volver a penas podamos, transformandonos en verdaderos niños " en unos con ese DIOS NATURALEZA", unos con ese mar infinito, unos con esos juguetes, unos con nuestro perro, en paz y armonía con el mundo”* GRODDECK www.uncuerpoparacurarse.blogspot.com , para así lograr desterrar el sufrimiento y el dolor de nuestras vidas a través de la Paz, El Amor, y La Armonía de haber vuelto A SER NIÑOS!!!.            

domingo, 2 de septiembre de 2012

LA ENFERMEDAD Y LA FELICIDAD


Sin lugar a dudas que siguiendo con  los temas tratados en las publicaciones previas,  hemos querido  seguir una secuencia lógica,  donde ahora  veremos cómo se relaciona  LA FELICIDAD Y LA ENFERMEDAD,  para  ir poco a poco explicando como “la forma de vivir o la forma de entender la vida”  y por lo tanto “el gran resultado de existir” en algún momento de nuestras vidas se  podría manifestar como una respuesta o consecuencia, en nuestros organismos que traduce  cómo “hemos vivido” (enfermedad).
Si entendemos el concepto básico ya explicado en otros momentos que  “la oportunidad que se nos ha regalado y entregado (nuestra vida), es “la única oportunidad que tenemos concreta de ser felices en ese período de tiempo y espacio, esta será nuestra única opción de acceder a ese “estado maravilloso” que se alcanza al “ser unos con la vida,  de no sentir el estado de separatividad (individualismo) hacia toda la existencia,  de sentir la magnificencia del existir, la magnificencia de la creación inmanente que nos rodea.  Esta es la manera básica, simple y humilde de acceder a los estados de felicidad que se anidan en nuestros corazones a partir de ese proceso de simplificación de la vida, de valorar lo más grandioso que se nos ha entregado, de valorar  todo nuestro entorno y que como  consecuencia se produce y se comprende  la verdadera respuesta  vivir felices
Pero que es lo que ocurre?,…  lo contrario… el “Hombre” se centra en sí mismo y se aparta de ese magnífico estado del existir que “es  sentirse parte de ese todo” y pasa a transformar su vida a la inversa,  transformándola  en el todo y el centro,  el  resto del existir lo sitúa  en  la periferia. Hemos descrito así la forma más básica y esencial de ser infelices y que tanto se ha descrito como el egoísmo o egocentrismo, que ha sido una de las mayores enfermedades que afecta y ha afectado a la humanidad a través de los siglos y que como resultado nos ha dado la  MAYOR INFELICIDAD “ .  Por lo tanto esta es la causa de  muchas de las enfermedades que afectan a una sociedad y al ser humano,  mientras más egoísmo surge, más vacío se encuentra,  donde  la soledad del existir y la persecución de permanentes quimeras de satisfacción personal nos arrebatan la opción de recorrer uno de los mayores y más grandiosos caminos de sanación y felicidad que llevan a comprender y a introducirnos o incrustarnos en la vida a través de  aquellos instrumentos maravillosos  como son   “EL AMOR , EL SERVICIO Y LA COMPASIÓN”, hacia toda vida y existencia que nos rodea.
Han sido innumerables las ocasiones en que, en forma terapéutica hemos recomendado a las personas aquejadas de alguna enfermedad (causada por el egoísmo la mayoría de las veces)  se encausen y entreguen en algún momento de sus vidas a pequeñas acciones  de servicio y  amor  hacia los demás. Siempre se comprueba que al dar 1 se recibe 100, que al dar 1000 se recibe un millón en felicidad y satisfacción, “por haber servido”, así la sanación aparece mágicamente a través de aquella energía única del universo la cual es la más grande vibración, que todo lo renueva, que todo lo sana, que todo lo transforma, que da sentido a todo el existir y que se denomina   “AMOR”
 Si este método de acceder a  un camino  directo a la felicidad se anidara en los corazones de un mayor número de personas hoy,  se evitaría  llegar a él a través de la infelicidad y el dolor, que desemboca en la mayoría de las veces en la enfermedad.  Sin lugar a dudas que obtendríamos por un lado una sociedad sana,  mucho más justa y equilibrada; y por otro lado  las múltiples enfermedades que afectan al hombre de hoy estarían desterradas de su propio existir y no pasarían a ser más que tan solo pequeños desbalances en el cotidiano vivir.