jueves, 13 de febrero de 2014

LA DIGNIDAD CON QUE HEMOS VIVIDO NOS AYUDARÁ MORIR CON DIGNIDAD PARTE II.-


 Al publicar la primera parte de este tema, hablamos sobre la  idea fundamental que se relaciona con el “origen del hombre  y su habitual  desconexión con su esencia”,  la cual al haber sido olvidada condiciona una existencia ajena a aquella humildad con la cual hemos nacido. Esta condición genera una repercusión tan grande en nuestras vidas  (y hemos querido referirnos a esto, al escribir este capítulo en dos partes, pues lo consideramos de fundamental importancia para el hombre ) sobretodo en  el hombre actual  ya que la forma de vida de éste, en estos tiempos, una preocupación habitual es la de “ no morir “ o “morir lo más ancianos posible”, lo cual los lleva a  mirar solamente la vida y la muerte desde un contexto físico, material y concreto.




Por otro lado se pierde de vista esa “HUMILDAD-DIGNIDAD” que nos debiera acompañar durante toda nuestra existencia, para que al encontrarnos con “nosotros mismos  en aquel gran  momento de la despedida de este “mundo material”, nos ayude durante este proceso final llamado muerte y nos “sorprenda” de la manera “MÁS DIGNA” posible en ese paso fundamental y único llamado  “VIDA-MUERTE”.


Me llama la atención cómo ha sido preocupación constante del hombre en todos los períodos de la  historia,  desde tiempos inmemoriales el deseo de tratar de prolongar su vida ¡¡¡A COMO DE LUGAR!!!; aquí expresamos como el hombre ya ha perdido su HUMILDAD-DIGNIDAD DE VIVIR, envanecido en sus propias creencias intenta  controlar la vida y la muerte a su amaño gusto, tratando de evadir o evitar o desconocer una ley “UNIVERSAL Y ÚNICA” que dice: “TODA EXISTENCIA, DE CUALQUIER ORIGEN, EN CUALQUIER PARTE DEL UNIVERSO, INCLUSO EL UNIVERSO MISMO, ESTA SUJETA AL “GRAN PROCESO FUNDAMENTAL DEL CICLO “NACIMIENTO - VIDA - MUERTE”.
¿Por qué soslayar tan fundamental verdad en nuestras vidas? Cuando ni las estrellas mismas generadoras y mantenedoras de vida del universo, escapan a esta LEY.

Mirado en este contexto más MACRO CÓSMICO entendemos cómo el hombre se aleja progresivamente de las verdades más esenciales de la vida, prevaleciendo mayormente  la soberbia, la falta de entendimiento de la  verdad, la omnipotencia, la falta de humildad para enfrentar este camino: el único camino hasta ahora probado y muy probado, me refiero a la VIDA MISMA, que se representa a sí misma en el proceso VIDA-MUERTE
 ¡¡ QUE POCO DIGNO!!  es  no aceptar “LO QUE ES”
 ¡¡Que significativo es entender esta verdad y darse cuenta por lo tanto que todo lo que se hace o hagamos en función de no lograr  ese  (objetivo real ) nos llevará a sembrar y por lo tanto a  cosechar en nuestras vidas, la infelicidad, la desdicha, el dolor, la tristeza, la enfermedad etc.  Por haber perseguido una quimera ajena a esta “VERDAD” y que al final del camino nos hará morir tan indignamente, lo cual nos llevará a pensar, a sentir y a recapitular cuando todo está terminado, cuando todo se ha jugado, cuando ya no existe el tiempo de enmendar y no hay vuelta atrás, que la vida había que vivirla SIMPLE, CLARA, EN ARMONÍA, y ACEPTÁNDOLA en toda su magnificencia… entonces solo así lograremos morir en forma DIGNA, HUMILDE Y LLEVÁNDONOS EN NUESTRO CORAZÓN EL TESORO MAS PRECIADO Y BUSCADO QUE ES…haber VIVIDO Y MUERTO EN PAZ.


…Y en el diario VIVIR, tal como lo mencionamos  ¿Habremos comprendido?... que en  cada sentimiento, en cada pensamiento,  en cada acción, tendremos que estar conscientes de esa ecuación fundamental HUMILDAD-DIGNIDAD, que rija nuestras vidas EN CADA INSTANTE, A CADA INSTANTE, para que en nuestras “palabras”, en la extensión de nuestras manos para “dar”, “en nuestras actitudes para con los demás”, en nuestro actuar con el entorno de la naturaleza.


 En la concepción de que nuestro cuerpo es el alojamiento de nuestra alma y que representa al igual que un espejo, el reflejo somático…de lo que somos, que cuando entregamos nuestro corazón a nuestros seres queridos y en forma más sublime a los terceros desconocidos, deberá ser : abierto, sencillo, humilde y siempre pensando en el ser enfrente nuestro y  guiados por un principio Budista Básico de  “LA FE EN LO JUSTO”,  en  “LA COMPASIÓN”   por la vejez que es  viva representación de la experiencia y el respeto, en la HUMILDAD-DIGNIDAD, para con nosotros mismos entendida en la más amplia visión de nuestra relación CUERPO-ALMA, de tal manera que durante el aprendizaje en “EL CAMINO” que es nuestra vida, ejerzamos conscientemente el proceso de transformación como capítulo fundamental de esta, es decir realizar a cabal  conciencia nuestro paso de “EL GUSANO-ORUGA” que somos, para llegar a la TRANSFORMACIÓN TOTAL del ser en “LA MARIPOSA” que despliega las alas volando al infinito y que ha muerto a lo que era, antes de llegar a morir físicamente y que  cuando la vida se nos acabe llegar a dar el paso de la manera más digna y en armonía con nuestra alma.