Al publicar la primera parte de este tema, hablamos
sobre la idea fundamental que se relaciona
con el “origen del hombre y su habitual desconexión con su esencia”, la cual al haber sido olvidada condiciona una
existencia ajena a aquella humildad con la cual hemos nacido. Esta condición
genera una repercusión tan grande en nuestras vidas (y hemos querido referirnos a esto, al
escribir este capítulo en dos partes, pues lo consideramos de fundamental
importancia para el hombre ) sobretodo en el hombre actual ya que la forma de vida de éste, en estos
tiempos, una preocupación habitual es la de “ no morir “ o “morir lo más
ancianos posible”, lo cual los lleva a mirar
solamente la vida y la muerte desde un contexto físico, material y concreto.
Por otro lado se pierde de vista esa “HUMILDAD-DIGNIDAD” que nos debiera
acompañar durante toda nuestra existencia, para que al encontrarnos con
“nosotros mismos en aquel gran momento de la despedida de este “mundo
material”, nos ayude durante este proceso final llamado muerte y nos “sorprenda”
de la manera “MÁS DIGNA” posible en
ese paso fundamental y único llamado “VIDA-MUERTE”.
Me llama la atención cómo ha sido preocupación
constante del hombre en todos los períodos de la historia,
desde tiempos inmemoriales el deseo de tratar de prolongar su vida ¡¡¡A COMO DE LUGAR!!!; aquí expresamos
como el hombre ya ha perdido su HUMILDAD-DIGNIDAD
DE VIVIR, envanecido en sus propias creencias intenta controlar la vida y la muerte a su amaño
gusto, tratando de evadir o evitar o desconocer una ley “UNIVERSAL Y ÚNICA” que
dice: “TODA EXISTENCIA, DE CUALQUIER
ORIGEN, EN CUALQUIER PARTE DEL UNIVERSO, INCLUSO EL UNIVERSO MISMO, ESTA SUJETA
AL “GRAN PROCESO FUNDAMENTAL DEL CICLO “NACIMIENTO - VIDA - MUERTE”.
¿Por
qué soslayar tan fundamental verdad en nuestras vidas? Cuando ni las estrellas
mismas generadoras y mantenedoras de vida del universo, escapan a esta LEY.
Mirado en este contexto más MACRO CÓSMICO entendemos
cómo el hombre se aleja progresivamente de las verdades más esenciales de la
vida, prevaleciendo mayormente la
soberbia, la falta de entendimiento de la verdad, la omnipotencia, la falta de humildad
para enfrentar este camino: el único camino hasta ahora probado y muy probado, me
refiero a la VIDA MISMA, que se representa a sí misma en el proceso VIDA-MUERTE
¡¡ QUE POCO DIGNO!!
es no aceptar “LO QUE ES”
¡¡Que
significativo es entender esta verdad y darse cuenta por lo tanto que todo lo
que se hace o hagamos en función de no lograr
ese (objetivo real ) nos llevará
a sembrar y por lo tanto a cosechar en
nuestras vidas, la infelicidad, la desdicha, el dolor, la tristeza, la
enfermedad etc. Por haber perseguido una
quimera ajena a esta “VERDAD” y que al final del camino nos hará morir tan
indignamente, lo cual nos llevará a pensar, a sentir y a recapitular cuando
todo está terminado, cuando todo se ha jugado, cuando ya no existe el tiempo de
enmendar y no hay vuelta atrás, que la vida había que vivirla SIMPLE, CLARA, EN
ARMONÍA, y ACEPTÁNDOLA en toda su magnificencia… entonces solo así lograremos
morir en forma DIGNA, HUMILDE Y LLEVÁNDONOS EN NUESTRO CORAZÓN EL TESORO MAS
PRECIADO Y BUSCADO QUE ES…haber VIVIDO Y MUERTO EN PAZ.
…Y en el diario VIVIR, tal como lo mencionamos ¿Habremos comprendido?... que en cada sentimiento, en cada pensamiento, en cada acción, tendremos que estar
conscientes de esa ecuación fundamental HUMILDAD-DIGNIDAD, que rija nuestras
vidas EN CADA INSTANTE, A CADA INSTANTE, para que en nuestras “palabras”, en la
extensión de nuestras manos para “dar”, “en nuestras actitudes para con los
demás”, en nuestro actuar con el entorno de la naturaleza.
En la concepción de
que nuestro cuerpo es el alojamiento de nuestra alma y que representa al igual
que un espejo, el reflejo somático…de lo que somos, que cuando entregamos
nuestro corazón a nuestros seres queridos y en forma más sublime a los terceros
desconocidos, deberá ser : abierto, sencillo, humilde y siempre pensando en el
ser enfrente nuestro y guiados por un
principio Budista Básico de “LA FE EN LO
JUSTO”, en “LA COMPASIÓN” por la vejez que es viva representación de la experiencia y el
respeto, en la HUMILDAD-DIGNIDAD, para con nosotros mismos entendida en la más
amplia visión de nuestra relación CUERPO-ALMA, de tal manera que durante el
aprendizaje en “EL CAMINO” que es nuestra vida, ejerzamos conscientemente el
proceso de transformación como capítulo fundamental de esta, es decir realizar
a cabal conciencia nuestro paso de “EL GUSANO-ORUGA” que somos, para
llegar a la TRANSFORMACIÓN TOTAL del
ser en “LA MARIPOSA” que despliega
las alas volando al infinito y que ha muerto a lo que era, antes de llegar a
morir físicamente y que cuando la vida
se nos acabe llegar a dar el paso de la manera más digna y en armonía con
nuestra alma.