viernes, 14 de mayo de 2021

EL TIEMPO DEL SILENCIO.


 


 

 

A pesar que vivimos ¨En un mundo Moderno y Desarrollado” a finales del año 2019 “La Naturaleza”, “El Universo” sometió a nuestra “Sociedad Humana” a una de las pruebas más potentes a las cuales hemos sido sometidos.  Hasta ese entonces nos considerábamos “Una sociedad de avanzada”, “Una sociedad invencible”, “Una sociedad altamente comunicada”, “Una sociedad Justa”, “Una sociedad altamente inclusiva”, “Una sociedad con grandes avances en los aspectos Científicos, Médicos, Educativos, Laborales, Comunicaciones etc. Sin embargo “El Universo”, introdujo una “Cuña” Fenomenal a “Esta avanzada Sociedad”, es decir nos golpeó con una “Pandemia de Proporciones Bíblicas”, cuyo resultado ha sido tremendamente catastrófico, muy decidor, sumamente violento, doloroso, que ha dejado al descubierto muchas situaciones de fondo; tanto en el aspecto individual como así también para toda la Sociedad Humana.

 Pero ¿Dónde nos golpeó?: en el aspecto más sensible para cada uno de nosotros, “En la Salud”, a tal extremo que un “Minúsculo”, “Efímero”, “Básico” y Elemental Virus ARN (COVID 19)


puso a nuestra “Avanzada” Sociedad Humana de “Rodillas”,
  el cuál aunque haya sido creado o no por algún laboratorio, haya sido creado o no por “Alguna Mutación” circunstancial de la naturaleza, haya provenido del “Espacio Exterior”, este nos ha llevado a un gran “Punto de Inflexión”, nos ha llevado “al silencio”, el cual nos debe hacer reflexionar, nos debe llevar a nuestro interior, para sacar conclusiones fundamentales en la vida interna de cada ser  humano que puebla ésta tierra.  Ha dejado en evidencia las grandes falencias que ocurren en esta sociedad actual, que sin distinciones políticas ni de sistemas de gobierno ha dejado al descubierto la falta de políticas integrativas para los pueblos, la decadencia absoluta de los sistemas de salud, el despilfarro de recursos en políticas orientadas a privilegiar  solo a algunos, al exceso de gastos en la fabricación de armamentos para crear falsas guerras basadas en efímeros ideales y en defensas a sistemas carentes de legitimidad  aun entre los países desarrollados.

 Estando en el siglo XXI el hambre azota los países subdesarrollados que se ahogan bajo las transnacionales y su mezquino accionar, en la extracción de sus materias primas y donde jamás retornaran estos recursos obtenidos a partir de ellas.  Mueren cada vez más niños de hambre, o ahogados en alguna playa lejana tratando de llegar junto a sus padres a un mejor lugar donde vivir.


Llega esta prueba y nos obliga a observar, a detenernos, a escuchar “La voz del Silencio”.   Así es, ésta tremenda prueba nos ha llevado al “silencio” y por obligación nos debería llevar a lo que conocemos como “silencio interior”.


¿Y qué significa esto?  Que debemos “silenciar” nuestra mente, esa bulla permanente (ese flujo sin fin de pensamientos que la recorren y que nos brotan a lo largo de cada día, cada semana, cada mes, cada año a la cual estábamos y estamos permanentemente sujetos, a ése tremendo influjo de estimulación causada por la información externa: las comunicaciones, a esa realidad virtual, a ese oropel infinito, a ese correr sin detención que solo nos impulsa a lo externo y a lo tangible.   Todos estos elementos causan en nuestra mente el efecto de adormecimiento,



de transformarnos en autómatas, en seres mecánicos, en seres “muertos en vida” desconectándonos de nuestra Esencia Más Profunda, es decir de nuestra ALMA.


Es difícil entender todo esto, si no encontramos primero la comunicación con nuestra alma a través del silencio, a la aparición de la humildad como forma de vida fundamental.

 Hoy en día nos sentimos todopoderosos, invencibles, capaces de poner el mundo a nuestros pies, de esquilmar sin límites y sin compasión nuestra querida “Madre Tierra”, capaces de ir a “Conquistar nuevos Mundos Extraterrestres”, con la sola finalidad de un enriquecimiento sin límites, de la ganancia y obtención del poder de unos en desmedro de otros, no habiendo aun solucionado los problemas fundamentales que aquejan a nuestro único y hermoso planeta tierra.


Hoy en día después de casi año y medio de pandemia, la tozudez, el egoísmo, la falta de respeto, la falta de comprensión por nuestros hermanos vecinos o no, aun permanecen en la actitud de las personas; por el contrario dista mucho de que aparezca en los corazones de la población humana, el sentimiento de que “Somos Uno”

Al estar recluidos en nuestras casas(cuarentenas), nos obliga a volvernos hacia nuestro interior, a desconectarnos de nuestros padres, hijos, nietos, amigos, compañeros de trabajo, a revalorar nuestras relaciones dentro de ese silencio para dimensionarlas en su verdadera y justa dimensión.  En forma indirecta nos lleva a “detener nuestro tiempo” y así apreciar aquel momento magistral y maravilloso de eterna verticalidad del “HOY, DEL AHORA”,


¿Para qué?, para que en ése instante valoremos nuestra vida, valoremos lo vivido, entendamos la 
vida en forma simple, humilde y sencilla,  para que gocemos con los amaneceres y atardeceres, que disfrutemos con esos seres maravillosos que nos rodean  y que cantan a la vida,  durante el amanecer y al atardecer;  con aquellos “maestros” que en magnífica actitud en algún lugar cercano, nos proveen de sombra,  frutas y con su majestuosa postura  nos enseñan día a día  como entender y  disfrutar el “ritmo" de la vida y su “significado ”.



 Éste es el tiempo de reencontrar estos caminos perdidos en esta cultura de la inmediatez, de  acurrucarnos en la calidez de nuestro interior, en nuestro hogar.  De comunicarnos en forma permanente con nuestra alma, de valorar lo simple, de comprender, vivir y entregar el amor a todos los seres, de brindar un momento de pensamiento positivo a todos los que nos rodean. Es tiempo de la disciplina mental, de la rigurosidad de adaptarnos a todos los límites que nos veamos enfrentados, a comprender que las prisiones y las jaulas existen solo en nuestro exterior.


 


¡que nuestra libertad y nuestra felicidad siempre estarán, vivirán y se desarrollarán en nuestro interior!


Estos tiempos son de aprendizaje, de vivir la humildad, de conexión interior, de amarse, de amar profundamente a los que nos rodean, de aplicar en nuestra vida la compasión, de comprender, de tolerar, de valorar todo lo que tenemos, todo lo que hemos tenido y aceptar si algún día lo perdemos, para así valorar aún más nuestro existir.


 Estos tiempos también son de ¡preparacion! ¿preparación para qué?.    Para estar despiertos y atentos para establecer o mantener la conexión con nuestra alma y así tenerla lista y preparada para los nuevos tiempos, para una nueva ERA que se cierne y que mas aun ya está entre nosotros, me refiero a la era de ACUARIO.


 Era donde los nuevos paradigmas marcaran las hojas de ruta de nuestras vidas, donde el AMOR será el pilar fundamental, donde la comprensión, la tolerancia, la ausencia de egoísmo, la desaparición de  la envidia, del egoísmo, donde la vida se rija bajo los parámetros de la humildad, de armonía con el medio, de respeto por nuestra madre tierra, el de salvaguardar  la vida,  la familia, valorar el desarrollo de la integración de las etnias y de sentir que vivimos en un planeta isla al cual debemos y tenemos la obligación de preservar y mejorar.


 

Busquemos en el silencio, en nuestro silencio, la oportunidad que nos brinda, el momento que estamos viviendo, aprovechemos la oportunidad de ¡ser felices! , de encontrar la felicidad en nuestro corazón ¡AHORA!, A PESAR DE TODO.